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viernes, 12 de marzo de 2010

El SuperMurciélago

Había una vez, un niño al que le gustaba mucho disfrazarse, se llamaba Gabi.

Un día Gabi se encontró con un mendigo que solo tenía un disfraz de ninja. Gabi, al verlo, lo quiso, y le dijo que se lo compraba. El mendigo le dijo que se lo vendía por sesenta euros. Gabi le dijo que era un poco caro, pero el mendigo le dijo que el traje era mágico. Gabi dudó un poco pero al final, pagó cincuenta y cinco euros y el restó lo pagó haciendo unos trabajitos para el mendigo.

Al día siguiente Gabi se puso el disfraz y empezó a hacer de superhéroe, pero no veía lo que tenía de súper. Gabi fue a devolverlo pero cuando iba a ver al mendigo se cayó por un precipicio, pero antes de llegar al suelo, su espada de plástico se convirtió en una de verdad. y el niño notó que tenía superpoderes, dio una voltereta y pegó de pié.

Fueron pasando los días y él se fue entrenando. Un día hubo un robo en el banco. Gabi, que ya no era solo un niño de 8 años, si no un joven de 23 años, con su espada y un gran valor se dirigió al banco y detuvo a los ladrones. Un niño lo vio y le preguntó que como se llamaba. Gabi aún no había pensado ningún nombre para el nuevo superhéroe que protegía la ciudad. De repente vio un murciélago y le vino a la cabeza el nombre de Supermurciélago, y le dijo al niño el nombre que se pondría cada vez que se ponga el traje de superhéroe.

Un día Supermurciélago tuvo que detener a un maniático, que cada noche secuestraba a un niño y a una niña. Lo entregó a la policía, y el juez le dijo que le caerían cuarenta y cinco años de cárcel. Otro día tuvo que detener al conserje del museo ya que cada noche robaba piezas importantes y se las vendía al comprador que más pagara por ella; a este le cayó treinta años de prisión. Ahora mismo estaban muy bien ya que no había delitos. Gabi aprovechó para entrenar con su espada y superarse a si mismo. La felicidad no duró demasiado ya que a la cuarta semana, nadie sabe de donde salió, un hombre con una gran habilidad con una especie de larga cuchilla que le salía de las manos. Gabi pensó que sería como los otros malvados delincuentes; pero se equivocó, ya que no podía vencerle. Era muy bueno; ni con la mejor técnica de Supermurciélago pudo tirarlo al suelo. Estuvieron más de dos horas luchando, pero cuando ya Gabi estaba casi vencido, el villano llamado Gárlik le dio otra oportunidad de vida y le dijo que lo esperaba mañana a primera hora en el puente del río Muerto.

A la mañana siguiente Gabi se levantó temprano y fue a el puente. Allí estaba esperándolo Gárlik; con sus cuchillas ya sacadas. Supermurciélago se puso en guardia y empezaron a luchar; el combate era apasionante, pero con una gran diferencia, ya que Gárlik le iba ganando, el combate duró más de cinco horas. Pero Gabi esa noche, no había dormido bien y estaba muy cansado.

Entonces el villano le clavó la cuchilla en la barriga y le dijo que ya estaba perdido, justo entonces, de los arbustos salieron todos los ciudadanos del pueblo con hachas, palos, piedras, cuchillos...

Entre todos lograron que Gárlik se fuera del país. Llevaron a Supermurciélago al médico para que lo curaran. Estuvo un par de semanas en el hospital, pero cuando salió de éste, estuvo otras dos semanas en reposo sin poder entrenar ni salvar al mundo. Aunque no hubo nada que salvar.

Pasaron tres meses y todo seguía aun muy tranquilo, pero Gabi desconfiaba de todo el mundo que pasaba por su alrededor. Una vez pasó un tipo que llevaba un cuchillo y Gabi, (sin su traje superespecial), se tiró a por él, pero el tipo le explicó que tan solo había cogido el cuchillo para preparar una lanza para su hijo pequeño de 9 años. Gabi le pidió perdón y se prometió a sí mismo que se tranquilizaría y buscaría pruebas antes de acusar a nadie.

Pasaron varias semanas, cuando de repente, a alguien se le oyó gritar, y fue corriendo a ver lo que pasaba. Había un hombre con una mujer cogida del brazo. El hombre amenazaba con matarla si no le indicaban el camino hacia el banco de diamantes, y la contraseña de la caja fuerte. Todos los guardias intentaron quitarle a la pobre mujer de las manos, pero era inútil, la mataría si alguien hiciera otro movimiento. Pero entonces llegó Supermurciélago con su espada, y movimiento tras movimiento intento quitarle a la mujer de las manos. Pero no podía, aunque el ladrón tampoco conseguía hacerse frente a Supermurciélago. Al final la mujer le pegó un pisotón con sus zapatos de tacón y después cogió un garrote y le pegó en todos los morros tal garrotazo que el pobre ladrón se cayó al suelo. Se rindió, antes de que la mujer, enfadada, le pegara otra vez. Con esto, el pueblo entero se estuvo riendo todo el día, además, podían pasar días y meses, que la gente siempre que se acordaban o se lo recordaban se echaban a reír.

Gabi se estaba aburriendo de ser el defensor del pueblo y estuvo pensando en dejarlo y ser un hombre normal y corriente, pero pensó en toda la gente que moriría si él se iba y decidió seguir. El problema era que si no estaban defendiendo a alguien estaba entrenando, pero nunca estaba trabajando y se estaba quedando arruinado. De inmediato se puso a buscar trabajo, pero aún no había nada libre en lo que pudiera trabajar, por ahora se podría decir que estaba en el paro. Un día encontró trabajo de actor, pero en muchas funciones se tenía que ir, ya que siempre alguien estaba en peligro, o por otras cosas; así que lo despidieron a la primera semana .Se cabreó tanto que juró que nunca más volvería a ser Supermurciélago.

En la ausencia de Supermurciélago ocurrieron muchos robos y asesinatos. Pero a Gabi no le importó mucho. Él ahora estaba bien, nunca llegaba tarde al trabajo. Hasta que un día, mientras Gabi estaba trabajando, en las noticias de la radio, escuchó que su madre había sido secuestrada por unos asesinos que habían estado en la cárcel y se habían escapado. Gabi se enfureció un montón y juró que mataría a los secuestradores. Rompió el juramento de no volver a ser Supermurciélago, se colocó el traje y se puso en busca de la guarida de los asesinos. Los niños cuando lo veían empezaban a saltar, ¡hasta los padres se animaron y empezaban a decir cosas como tres hurras por Supermurciélago! El superhéroe encontró la guarida y derrotó a todos los malvados secuestradores excepto a uno que parecía ser el jefe de la banda. Éste se llevó a la madre de Gabi y amenazaba con matarla si Supermurciélago empezaba a perseguirle. Supermurciélago necesitaba ayuda, pero ¿quién se la iba a dar? En ese momento apareció una chica con un antifaz de tela, una bata negra con cinturón y un gorro que parecía un pañuelo, dijo que se llamaba Slappy la magnífica. De su bolsillo sacó una pistola que parecía de verdad, el jefe de la banda se rindió en menos que canta un gallo. Slappy se empezó a reír y dijo que la pistola era de agua. Gabi también se estuvo riendo un rato; había encontrado una nueva compañera.


Autor: Pedro A.M. 6º Lagunillas

4 comentarios:

  1. !!Vaya con supermurcielago!!!. Pedro, me ha gustado mucho tu cuento, si tuvieramos la suerte de tener un superhéroe como el supermurcielago no pasarían tantas cosas malas.
    Por lo que veo te gustan los superhéroes, seguro que has visto más de una peli y leído algún comic que otro.
    Te animo a que sigas escribiendo, ah!! y si ves por ahí a supermurciélago salúdalo de mi parte.

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  2. moises peralvarez villen18 de junio de 2010, 11:02

    supermurcielago?bah k feo bon dia per

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  3. esta muy guai tu cuento del supermurcielaga

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  4. eso si que es un cuento
    quien lo habra hecho jeje

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